No sé, de repente, quizás
tal vez pueda, quién sabe…
si los ojos no me engañan
y las manos no me provocaren.
Si imaginar me hiciere
el pensamiento que quiere
impresionar y viere
lo que puedo ver en persona.
O los labios no pidiesenexigente, sedientos, ardientes
lo que no puede entregárseles;
quién sabe como es
si lo que tienes al derecho
lo puedes tener al revés.
sábado, 6 de septiembre de 2008
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